martes, noviembre 27, 2007

El ingreso promedio de los delincuentes

Hace mucho tiempo leí la última entrevista que se le hizo a un ganster norteamericano exiliado en París, Lucky Luciano, quien dijo: "En el largo plazo, es más fácil ganar más dinero honradamente que a través del crimen". No sé porqué siempre recordé esta frase, que parece correcta si uno considera las historias de los más famosos gansters de los Estados Unidos, que acabaron en la cárcel y en la ruina. Pero en El Salvador, esa frase se siente tan fuera de lugar. Y he aquí el comentario de alguien que parece explicar por qué:

"Según algunos cálculos el ingreso promedio de un delincuente dedicado al hurto y al robo es superior al salario promedio del trabajador honrado".

Esta afirmación increíble la hace el padre José María Tojeira en un artículo de opinión publicado este día en el Diario Colatino, La cosa pública. Ésta parece una conclusión incuestionable pero, ¿en qué momento hizo alguien un estudio sobre el ingreso promedio de los delincuentes de El Salvador? ¿Cómo se hizo eso y sobre qué base se arribó a ese cálculo? Según el procedimiento de las encuestas típicas, ¿se les identificó, se les llamó y se les preguntó cuáles eran sus ingresos? Uno puede imaginar una respuesta típica obtenida de ese estudio: "Sí, yo me dedico al robo de casas; antes trabajaba en ventas pero no ganaba más que $400 al mes; gracias al cambio de trabajo, mi salario supera ahora los $650 mensuales, arriba del promedio nacional".

A pesar de no ver un sustento real al argumento (la fuente de los estudios o los datos), mi tendencia, casi natural, es creer en lo que dice Tojeira. He aquí lo que él dice sobre el costo de los farmacéuticos, un tema que me preocupa pero que no sé tampoco si lo que dice sobre los precios es verdad:

"Si hablamos de salud y costos de las medicinas el tema también se pone candente.

Los precios nacionales de las medicinas son muy altos en relación no sólo a los de precios internacionales, sino incluso en comparación con otros países centroamericanos.

Con frecuencia, hay excepciones, la ética de los dueños de los laboratorios fabricantes de medicinas es baja o está por los suelos.

La propaganda embustera y de mal gusto de VIJOSA no es el único símbolo del estilo bajero de nuestros empresarios de la medicina.

La insistencia de Alka-Seltzer, que trata de convencernos que se puede abusar impunemente de la comida y la bebida, porque una simple pastillita efervescente te devuelve a la normalidad, debería ser multada y prohibida por la Defensoría del Consumidor.

De nuevo un tema público, porque la salud es un bien público, que es pateado y maltratado por intereses privados."


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(Mis disculpas por estar fuera de línea por casi un mes. Simple y sencillamente no había tenido el tiempo de postear nada, hasta ahora).