miércoles, enero 16, 2008

Comparativamente hablando

“Queremos demostrar que la planta de la fábrica produce contaminante, pero eso no es fácil”.

¿Quién dijo esto? ¡Quién más!, Guillermo Maza, ministro de Salud, al explicar porqué el Ministerio de Salud está realizando “un estudio comparativo de los casos de personas que han detectado con plomo en la sangre desde que iniciaron las denuncias hasta la fecha (enero 9, 2008)”.

Esto quiere decir de que a pesar del increíble fracaso institucional de los ministerios de Salud, Medio Ambiente y Trabajo en el caso de la fábrica Record, señalado por la Corte de Cuentas sobre el caso de contaminación por plomo en Sitio del Niño, ahora resulta que “no es fácil” probar que la fábrica es la que produce el contaminante. Pero, ¿no fue Salud quien la cerró en septiembre de 2007, hace ya cuatro meses?

Insólito. Inaudito. Estúpido.

Fuente: El Diario de Hoy, 10 de enero de 2007, página 25.

2 comentarios:

El-Visitador dijo...

Je je.

Buena cita.


- * -


Quedando demostrado una vez más que el país no ha alcanzado el grado de evolución cultural ni cívica para tratar de tener las meta-burocracias que son el último grito de la moda en Europa y Estados Unidos.

Aquí debería haber policía, juzgados, ejército, escuelas públicas y hospitales públicos. Las demás astralidades, como MARN o MinSalud, copiadas sólo porque están de moda en los países civilizados, son un mal uso de nuestrs impuestos.

GioSV dijo...

Según entiendo la fábrica fue cerrada por la falta de renovación de un permiso sanitario de acuerdo a las leyes.

Es cierto que hasta el momento yo no he visto un estudio (acusación) que demuestre sin lugar a dudas que Record era la causante de los excesos de plomo en la zona. Supongo que se comprobó que los niveles de ese metal en la sangre de los pobladores era muy elevado y por deducción y/o descarte se determinó que Record era la causante. No sé si lo analizo mal pero sería como que a mí me encontraron junto a una persona asesinada y como no había nadie más alrededor se dedujo que yo lo había matado.