miércoles, marzo 17, 2010

Tráfico de idiotez en la Fiscalía


En agosto de 2006 una joven de 20 años fue llevada de emergencia al Hospital Sinaí, de Chalatenango, porque sufría de fuertes dolores abdominales. Dos médicos la atendieron, le diagnosticaron de inmediato un tumor en los ovarios, la llevaron a cirugía y le extirparon sus dos riñones.

No se necesita ser un doctor en medicina para saber que es imposible confundir los ovarios con los riñones. Cualquier niño que ha visto un cromo de los órganos del cuerpo humano ha visto imágenes de ambos órganos antes de cumplir los 12 años y podría dibujarlos si se les pide. De hecho, el sistema educativo de El Salvador hace eso precisamente: les pide a los niños dibujar órganos humanos como parte de sus tareas.

Al parecer, los fiscales de El Salvador jamás cursaron primaria o fueron muy malos estudiantes de anatomía, porque en lugar de acusar a los doctores Mauricio Salvador Rivera y Jorge Alberto Carías Zúñiga de lesiones dolosas, causadas con intención, los acusaron de lesiones culposas, como si hubiesen actuado sin intención de causar un mal. De nuevo, si una joven entra y se le descubre, supuestamente, un quiste en los ovarios, ¿cómo es posible que, después de ser atendida por dos cirujanos, salga del quirófano, con sus ovarios intactos pero sin sus dos riñones?

Si hubiese habido un error médico, entonces habría sido posible explicarlo científicamente. Pero no. Los imputados falsificaron documentación y suprimieron evidencias, como lo indica el expediente fiscal. Es decir, actuaron maliciosamente, con intención y luego hicieron todo lo posible por encubrir su crimen. Aún así, la fiscalía los trató con guantes de seda y el resultado fue que los médicos negociaron una suma de dinero con la víctima y salieron libres antes de entrar a la audiencia con el Tribunal de Sentencia de San Salvador.

Esta historia de horror parece entresacada de los anales del tráfico de órganos. Dos médicos, es decir, dos persona en quienes confiamos nuestras vidas, dañaron una vida joven irreparablemente. Y las personas en quienes confiamos para que la justicia se repare, actuaron como si la vida tuviese un precio muy bajo. Y Cindy Keny Domitila Palacios vive ahora en permanente tratamiento, conectada a una máquina de diálisis de un hospital público para mantener limpia su sangre, algo que sus dos saludables riñones habrían hecho sin costo alguno para el resto de su vida.


Fuente: Médicos concilian por extracción de riñones a jovencita, El Diario de Hoy, San Salvador, miércoles 17 de marzo de 2010.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

INDIGNANTE!!

Patricia Siguenza dijo...

NO se quien te crees, por qué no estudiastes ciencias jurídicas y a lo mejor fueras fiscal.
Pero lo que estas haciendo en tu reportaje es transcribir el requerimiento fiscal que en la Undad de Vida de la Fisclái de San Salvador se elaboró.
Ese es periodismo de investigación?. Por favor no seas ridículo. Hubiese sido periodismo de investigación si por tus medios hubieras indagado y publicado el caso justo cuando ocurrieron los hechos.
Todos los periodistas de El Salvador no hacen más que transcribir lo que en Fiscalía se investiga.
Se ve que eres un periodista mediocre y no se como te dan creditos hasta en organismos internacionales como el YPYS