viernes, junio 06, 2008

Un mundo fraudulento

Un suceso extraordinario en un excelente reportaje. Pero el reportaje es excelente sólo porque logró descubrir y documentar ese suceso extraordinario. Luego se descubre que el suceso es falso, concebido por medio de un fraude. ¿Dónde queda ahora el reportaje? El reportaje es una invención dado que el sustento es falso; esto significa que la periodista no hizo bien su trabajo de investigación y, por lo tanto, el reportaje no sólo documenta un fraude, también es una extensión de ese fraude. Este caso demuestra porqué la ética periodística no es una cuestión de intenciones sino de acciones: sólo un buen trabajo profesional por parte del periodista da como resultado un trabajo con validez ética.

Durante tres días, el diario El Mundo publicó, bajo la rúbrica “Grandes series”, un reportaje en tres entregas sobre una diminuta comunidad religiosa en Guazapa que había sido visitada por la Virgen María y que tenía, a su centro, una mujer “vidente” y la imagen de un “Cristo sangrante”. Esto, de por sí, da pie para un ejercicio en sensacionalismo religioso: una crónica sobre milagros y visiones. La diferencia en el reportaje de Teresa Andrade, es que sustenta su historia con documentos médicos que registran la inexplicable curación de cáncer de la presunta vidente, Bessy Rodríguez, y con documentos religiosos que dan fe de que esto era un milagro.

Pero este día, 6 de junio de 2008, la madera de El Mundo es un artículo que desmiente todo el reportaje: Denuncian fraude de vidente en Guazapa. “Con base en documentos falsos y engaños, la supuesta vidente Bessy Rodríguez y el Ministerio Corazón de María han hecho creer a una comunidad dudosos milagros”, se advierte en la entradilla del artículo. ¿Pero, quién cometió el fraude? La supuesta vidente engañó a unas cuantas personas; El Mundo, a todos sus suscriptores y compradores, con un reportaje en tres entregas que no llenó los requisitos mínimos de constatación de datos. Sólo después de publicar la serie, y no antes como se debió hacer, los editores comprendieron y corroboraron la falsedad de los documentos que dan fundamento al reportaje.

En lugar de admitir su craso error editorial, sin embargo, El Mundo le pidió a la misma reportera que había escrito la historia fraudulenta, escribir un artículo que aclarara la verdad. El resultado: otra falsedad, porque en realidad nadie ha denunciado el fraude de la vidente. Quienes la están denunciando son los editores de El Mundo, que se dejaron embaucar por ella y que ahora, son incapaces de admitir su complicidad en la difusión de un fraude religioso.

En su reportaje, Andrade asegura que el arzobispo de El Salvador, monseñor Sáenz Lacalle le dijo “que se están esperando los estudios científicos para que se aclare la situación de la imagen del Cristo sangrante”. Pero esa declaración ha resultado ser completamente falsa. Esto es lo que monseñor Sáenz Lacalle realmente escribió en una carta a la redacción de El Mundo: “Lamentamos el abuso de los responsables de esos escritos y queremos aclarar que la información allí contenida y publicada no es verídica, ya que ninguna autoridad de la Arquidiócesis ha firmado, sellado y entregado ninguno de esos documentos”. No es del todo claro, como parece suponer Andrade, que la máxima autoridad católica en El Salvador esté denunciando a la impostora religiosa; a mi manera de ver, podría referirse al reportaje cuando habla de “esos escritos” y de “la información allí contenida y publicada”.

Estos son los enlaces a las tres entregas del reportaje de Teresa Andrade publicado entre el 1 y 3 de junio de 2008 en diario El Mundo:

I. Aparición en Guazapa: lugar de sanación

II. La imagen de la fe

III. Entre la polémica y la fe

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón. Muy bien

Anónimo dijo...

Soy católico pero siempre veo con sospecha las noticias que se dicen serias sobre "milagros". Casi siempre son tan falsas como los reportes sobre visiones de platillos voladores o alienígenas. Este tipo de reportajes son distracciones de los verdaderos temas que aquejan a nuestra sociedad.

HuelveElena dijo...

De vez en cuando paso por aquí, y debo decir que me gusta.
Recuerdo una vez que me citó un reportaje sobre el centro histórico. Revisaré los ejercicios de mal periodismo.

Saludos.

Anónimo dijo...

Demasiada paja mental para este caso.

Esto salió en LPG a mediados de mayo.
http://www.laprensagrafica.com/enfoques/1057288.asp

El periodismo nacional huele feo. Ni siquiera se leen unos a otros.

Jorge Ávalos dijo...

Me alegra tener ese artículo publicado en La Prensa. En ambos casos los periodistas que escribieron sobre el tema no fueron al fondo del asunto. Pero yo no escribí este post como una crítica al tema, tampoco porque El Mundo publicó un artículo sobre un tema que de por sí me parece amarillismo religioso, sino porque aún después de darse cuenta de que el suceso era un fraude fue incapaz de reconocer su error. Porque el error no es que fueron timados, eso no es culpa de ellos, el error fue no haber constatado la veracidad de los documentos que utilizaron como pruebas de los milagros. Cualquiera que busque este tema en el Internet y encuentre los artículos de La Prensa y El Mundo creerían que son legítimos y no lo son. Son la publicidad de un fraude.