domingo, febrero 18, 2007

Silva se les hizo humo

Un diputado corrupto se burla de la justicia y se fuga bajo las narices de las autoridades. Ahora sucede, según el artículo de portada de la revista Enfoques, que la policía y la fiscalía se echan la culpa mutuamente por haber permitido que Roberto Silva escapara.
La Fiscalía General de la República (FGR) y la Policía Nacional Civil (PNC) se enfrentan por el escape del diputado Roberto Silva: ¿Cuál de las dos instituciones es la responsable de que el acusado de lavado de dinero rompiera el cerco policial que lo vigilaba? El director de la PNC, Rodrigo Ávila, asegura que la Fiscalía le pidió detener el seguimiento de Silva. Mientras, el fiscal del caso, Rolando Monroy, niega que haya girado dicha petición y asegura que la Policía nunca le informó sobre la fuga del legislador pecenista. Ambos coinciden en que la última pista que tuvieron data de dos días previos a que un tribunal decretara la detención.
Le abrieron la puerta, Enfoques, La Prensa Gráfica, domingo 18 de febrero de 2007.
Normalmente, una situación tan absurda me habría dado risa. Pero hay aquí una variante perturbadora: a la Fiscalía le conviene que Silva sea un prófugo. Por un lado, es absolutamente claro de que sin la presión del Drug Enforcement Administration (DEA) de los Estados Unidos, que vigila actividades de lavado de dinero en El Salvador y detectó el enriquecimiento ilícito de Silva, la Fiscalía jamás habría tomado acción. Por otro lado, a pesar de una investigación tan pública, ya se vislumbra que la Fiscalía no ha logrado crear un caso sólido y contundente contra Silva.

Con relación al artículo de Enfoques, la verdad es que sólo la Fiscalía tiene la responsabilidad de la fuga de Silva. De acuerdo con la ley, sólo la Fiscalía es responsable de la “dirección funcional” de las investigaciones. Nadie más. Si la Policía comete un error de investigación bajo la dirección de la Fiscalía, la responsabilidad última la tiene el fiscal a cargo del caso. Esta explicación la he recibido casi una docena de veces de boca de los jefes de la Fiscalía, incluyendo el Fiscal Adjunto de Derechos Humanos, que vela por el apego a las normas por parte de los fiscales. ¿Acaso el fiscal Monroy no conoce la ley?

Normalmente soy un escritor muy diplomático. Hoy no. No este día.

La Fiscalía General de la República: atajo de estúpidos.

* * *

Nota a La Prensa Gráfica: Otro artículo publicado en Enfoques este domingo 18 de febrero describe a la congresista Nancy Pelosi como “La mujer más poderosa del mundo, segunda en la línea de sucesión presidencial en Estados Unidos”. Esta es una descripción hiperbólica y falsa. En primer lugar, la segunda persona en línea de sucesión presidencial en los Estados Unidos es el Vicepresidente de los Estados Unidos; ella es la tercera en la línea de sucesión. En segundo lugar, Pelosi es presidenta de la Cámara de Representantes, es decir, es una facilitadora en una asamblea democrática en un país con un poder legislativo bicameral (en la otra cámara, hay senadores con más poder de influencia política y que son más conocidos mundialmente, como Hillary Clinton). Pelosi es una mujer muy influyente y poderosa, pero no es necesario revestirla de una falsa importancia para darle más relevancia a un simple artículo de periódico.

* La fotografía es la misma que el prófugo Roberto Silva le envió a los medios de prensa para indicarle a la Fiscalía que todavía estaba en el país. Una muestra perfecta de lo fácil que es burlarse de la ley en este país.

1 comentario:

El-Visitador dijo...

"La Fiscalía General de la República: atajo de estúpidos."

je je.

Pero es que posiblemente los salarios sean muy bajos, y no atraigan a los mejores profesionales; o los partidos absurdamente consideren que son posiciones de patronaje, y les reemplacen intempestivamente; o no gocen de la protección personal que necesitan cuando tocan temas de alto riesgo.

No sé cuál es la razón de su sinrazón, pero al final del día, dudo que sean menos listos que otros salvadoreños-

En éste caso, la responsabilidad es, al final del día, del Ejecutivo.

Saca.