lunes, septiembre 15, 2008

Horas sociales en la guerrilla

Esta semana se pubica en El Faro una entrevista de Ricardo Vaquerano y Rodrigo Baires a Francisco Valencia, director del Diario CoLatino, “Durante la guerra, el periodismo lo acompañé con la propaganda”. En este fragmento Valencia habla de cómo y porqué la Universidad Nacional le concedió horas sociales por los servicios prestados a la guerrilla.

Me han contado una historia de sus horas sociales.
¿Sí?

Sí. ¿Qué hizo de horas sociales? Es una historia interesante la que he leído.
A ver, ¿qué has leído?

Mejor cuénteme usted. Empecemos por la verdad.
No… una monografía, como todos, del trabajo periodístico, del trabajo en comunicaciones.

A mí me han contado que Nidia Díaz tuvo que ver con sus horas sociales.
¿Ah sí? (Su cara dibuja una enorme sonrisa). Voy a preguntarle, porque no recuerdo.

Acababa de terminar la guerra.
Sí.

¿Cómo se sacaba horas sociales en esos días?
Se dio oportunidad de que la gente que trabajaba en cualquier cuestión -en el caso nuestro de comunicaciones-, hiciéramos una monografía y eso servía para horas sociales.

¿Una monografía de qué?
De las actividades que habíamos hecho.

¿De la guerrilla?
Sí. En mi caso, de comunicaciones.

Tengo entendido que ella firmó para hacer constar de su trabajo: “por servicios prestados a la guerrilla”.
¡Eso ya me parece de inteligencia, ja, ja, ja!

Chico, no sé si hace 15 años sonaba igual de raro, pero a estas alturas sí suena raro que a alguien le den horas sociales en la UES por haber dado servicios a la guerrilla, je, je, je.
No se miraba en aquel momento como una ayuda a la guerrilla, sino como un aporte al cambio de la sociedad, más por ahí se fue, esa era la filosofía.

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