Acabo de leer algunos editoriales que se escribieron en la última semana sobre la proyección mediática de la evidencias “extrajudiciales” que se distribuyeron después de la captura de Mario Belloso, y tuve la extraña sensación de que otros periodistas estaban contestando o confirmando las palabras que yo escribí en un artículo el pasado 4 de julio, Una imagen del país en el que vivimos.
Mauricio Funes, Henry Campos, Álvaro Rivera Larios y Paolo Lüers, en artículos publicados posteriormente coinciden con la mayoría de mis opiniones. ¿Por qué sucedió esto? Porque cualquier análisis del tratamiento mediático de un crimen como el de Belloso sólo puede fundamentarse en una roca: las leyes. Momentos como éste que presento a continuación, cuando las opiniones de varias personas se centran en un mismo tema y convergen sin conflicto complementando sus ideas son muy raros, pero demuestra que el diálogo siempre es posible en El Salvador.
En cursiva coloco fragmentos de mi artículo del 4 de julio y con el nombre del autor, opiniones que reafirman o complementan lo que yo escribí. El punto de partida y encuentro son las evidencias, fotografías sobre todo, que el Ministerio de Seguridad Pública le entregó a los medios de prensa en el caso Belloso.
Veamos.
1. La PNC está jugando un juego muy peligroso con este rompecabezas que está armando con las evidencias que tan impacientemente le está dando a los medios de prensa. Por un lado está la “cadena de custodia de la prueba”. Esto significa que es imprescindible que toda evidencia recolectada en un caso criminal sea protegida de contaminaciones.
Mauricio Funes: Aparte de que la publicación de las fotografías en algunos periódicos constituye una violación a la cadena de custodia del material que aún no había sido remitido a la orden del juez para su valoración.
Henry Campos: Precisamente el manejo del caso del principal responsable del asesinato de dos policías revela que si en situaciones trascendentales se cometen errores graves, con mayor razón se están cometiendo en casos poco conocidos. El manejo de la evidencia ha sido muy mal hecho por la Policía. Los contenidos de la computadora que podría haber servido de evidencia se han esfumado, pues se contaminó al no seguir el procedimiento de la cadena de custodia y se dispuso de correspondencia y datos privados sin autorización judicial.
2. Por si fuese necesario decirlo: una persona no es culpable de nada tan solo porque ha conocido a un criminal; cada individuo es responsable de sus propio actos. De acuerdo a la ley, son inocentes todas las personas que aparecen reunidas con Belloso en esa fotografía, que, a todas luces (aunque no hay que olvidar que todo es posible), se tomó antes de la comisión del crimen. Y estas personas continuarán siendo inocentes a menos que la Fiscalía, siguiendo el debido proceso, las acuse de un delito específico.
Mauricio Funes: Difícilmente se puede demostrar la participación o complicidad de una persona en la Comisión de un delito por el simple hecho de aparecer fotografiado en una escena compartida con el principal sospechoso del asesinato de los policías. Aparecer en una fotografía de ocasión con el principal sospechoso de un crimen solo demuestra que se compartió la escena con él, pero esto no vuelve cómplice, mentor o responsable del mismo delito al resto de fotografiados.
Álvaro Rivera Larios: El Diario de Hoy, en su edición del martes 3 de julio del 2007, publicó una fotografía donde pueden verse, en una reunión, a Mario Belloso y a Nidia Díaz. La foto demuestra algo ya conocido, la militancia política de Belloso, pero ningún juez la aceptaría como prueba de la posible vinculación de la dirigencia del Frente con los crímenes del 5 de julio de 2007.
Paolo Lüers: Los medios publican fotos, supuestamente extraídas de la computadora de Belloso, sin informar al lector cuándo -en qué época de la vida política de Belloso- fueron tomadas. Obviamente, una foto que muestra a un acusado de doble asesinato de policías junto con dirigentes del FMLN es una bomba - si es tomada después del crimen, o en la fase de preparación. En cambio, si es tomada años antes, cuando ni Mario Belloso sabía que algún día iba a convertirse en militante de grupos violentos y luego en asesino, no dice absolutamente nada.
3. El caso de Nelson García, un abogado y candidato a magistrado acusado de abuso sexual de menores de edad, se perdió porque la PNC divulgó prematuramente la evidencia irrefutable que tenía en sus manos: fotografías y videos hechos por el imputado. En ese caso, el juez resolvió que la cadena de custodia de las pruebas se perdió cuando la PNC decidió mostrar a los medios de prensa los videos en los que García aparecía con una jovencita en una situación comprometedora, para decirlo con discreción.
Henry Campos: Recuerden el caso contra un abogado acusado de pornografía, cuyas computadoras fueron violadas por la Policía sin orden judicial, distribuyendo los videos y las fotografías a los medios, antes de pasar a la etapa judicial.
Paolo Lüers: [No] me consta que algún medio haya rechazado hacer publicaciones que pueden comprometer las evidencias e invalidarlas para el juicio. Todo el mundo parece aceptar, sin problema y protesta, que aquí prevalece el juicio político sobre el juicio penal, la confrontación partidaria sobre la justicia.
4. Por estas razones, da la impresión de que la PNC no está ofreciendo esta fotografía a los medios de prensa con el fin de apoyar el caso de la Fiscalía contra Belloso, sino con el propósito de vincular al FMLN con un crimen particularmente vicioso.
Mauricio Funes: A través de estos medios, especialmente de los más afines al partido de gobierno, se está realizando un juicio paralelo del caso, donde más importante que el establecimiento de la verdad judicial es la descalificación y anulación política del principal adversario de ARENA para las elecciones del 2009.
Paolo Lüers: En vez de aprovechar la captura y la aparente disposición de hablar del apresado para proceder a desmantelar y llevar a la justicia al grupo peligroso al cual él pertenecía, usando todos los medios de inteligencia policial, se utiliza todas las evidencias con un sólo fin: desacreditar al FMLN, pintándolo como partido que ilegalmente mantiene un brazo armado.
Álvaro Rivera Larios: Aquí se está formando un eje donde la policía revela esa falta de profesionalidad que señalaba el informe del PNUD y donde la prensa, ávida de hacer negocio con las primicias y deseosa de reforzar imágenes preconcebidas, traiciona principios deontológicos (éticos) que debería respetar.
5. Francamente, no me importa el futuro de los partidos políticos de El Salvador, los cuales no son nada más que instrumentos de la ciudadanía. Pero sí me importa el futuro de El Salvador. Cuando se habla del “estado de derecho”, se habla con relación a este tipo de situaciones. Los ciudadanos quieren que la justicia se aplique con justicia en el caso de los policías asesinados. Por lo tanto, no le corresponde a la PNC actuar como un cuerpo acusador. Tampoco le corresponde a los medios de prensa ser un tribunal. Y mucho menos, no está en manos de la ciudadanía convertirse en jueces de nadie.
Mauricio Funes: En buenas cuentas, lo importante no es hacer justicia, lo importante no es evitar que hechos como este vuelvan a ocurrir, lo importante no es acabar con la impunidad, lo realmente importante, lo único que importa es influir en el animo del electorado, inclinar la balanza a favor del partido de gobierno y asegurar la continuidad en el poder. Lo que realmente importa no son las próximas generaciones sino las próximas elecciones.
Álvaro Rivera Larios: Los periodistas, más allá de su perspectiva ideológica o partidista, deberían aportar la cordura, la cautela jurídica, a un tema tan delicado. Esa sensatez no se la agradecerían los partidos, se la agradecerían los ciudadanos.
Fuentes
Jorge Ávalos, Una imagen del país en el que vivimos, Hora Cero, 4 de julio de 2007.
Mauricio Funes, Como anillo al dedo, Diario Co Latino, 5 de julio de 2007.
Henry Campos, Errores policiales, La Prensa Gráfica, viernes 6 de julio de 2007.
Álvaro Rivera Larios, Belloso y la prensa, El Faro, lunes 9 de julio de 2007.
Paolo Lüers, Tanto revuelo por un loquito, Siguiente Página, lunes 9 de julio de 2007.
lunes, julio 09, 2007
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3 comentarios:
Qué interesante comparación. Con la propaganda partidista la gente se olvida de las leyes pero no hay que olvidarlas porque son la base. Pero estoy en desacuerdo contigo en una cosa, porque no hay condiciones para que haya verdadero diálogo en El Salvador porque el partidismo ya dividió tanto a la gente que casi hablamos idiomas distintos. A veces veo noticias en la tele o leo la prensa en el internet y es como si estuvieran hablando de otro país que no es el mío. Es bien triste. Y ya basta de tanto Belloso, no lo digo por vos sino por la prensa, púchica, ya basta.
Ya "atraparon" al Profe, un personaje que "vivía en la UES" pero que no trabaja allí y que los estudiantes y maestros tiene como oreja y que fue al que todos los que estuvieron presentes en ese desvergue vieron que le "guardó" el fusil a Belloso. A ver con qué leperadas sale este maistro.
Esa es la jugada: que hablemos solo de Belloso y convertirlo en un problema amplio y metafisico que vuelva insignificantes a los grandes problemas del pais. A esto se le llama,vulgarmente, propaganda.
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