martes, septiembre 02, 2008

Cuando el río suena

José Luis Tobar Prieto se convirtió hoy en el segundo comisionado de policía en dirigir el cuerpo policial desde su creación en 1993, producto de los Acuerdos de Paz.

Esa es la noticia. Y este es el rumor complementario: el ex director de la policía, Francisco Rovira, quien supuestamente dejó su cargo el pasado 23 de agosto para dar transparencia a las investigaciones sobre dos de sus asesores, dejó un abismo financiero en la Policía Nacional Civil (PNC). ¿Qué ha pasado? El nuevo director no ha prometido, como lo hizo Rovira hace seis meses, grandes reducciones en la tasa de homicidios; esta es la única promesa que hizo Tobar Prieto al aceptar el cargo: reducir el repunte que la delincuencia ha tenido en las últimas semanas en los departamentos de Sonsonate y Santa Ana, especialmente de los homicidios. En otras palabras sólo se compromete a retornar al balance del nivel de violencia que existía hasta hace un mes, se compromete a no permitir que suban los homicidios pero no proyecta ninguna reducción. ¿A qué se debe esa cautela?, le pregunta un periodista a ese rumor que constantemente sale del interior de la corporación policial. ¿Acaso no se han inyectado grandes recursos financieros por medio de un fideicomiso para reducir la tasa de homicidios?

Bueno, se sabe que Rovira realizó gastos de lujo: construyó un gimnasio al interior del castillo de la policía, por ejemplo. Cuando salió a luz el tema de los asesores y la corrupción que implicaba haberlos contratado y haberles permitido actuar sin controles administrativos, también se decía que habían desaparecido 4 millones de dólares. Repito: se decía, es decir, era un rumor. ¿Dónde estaba ese dinero? El rumor regresó con esta aclaración: Fue malgastado. Ante el silencio de los medios sobre ese tema presupuestario el rumor regresa con mayor fuerza: No sólo se perdieron 4 millones de dólares; al parecer Rovira ya se gastó el presupuesto para este año de la PNC. El rumor pregunta porqué no ha salido esto en los medios de comunicación. El periodista no lo sabe, sólo se puede encoger de hombros, pero al mismo tiempo pregunta, ¿por qué el rumor insiste en este tema? Y el rumor responde: Porque entonces el nuevo jefe de la corporación policial tendrá las manos atadas. Y los que sí quieren al interior de la policía que Tobar Prieto triunfe en su cargo están muy, pero muy preocupados.

Todo esto, por supuesto, es sólo un rumor. Pero si el río suena, tal vez sea porque lleva piedras.

1 comentario:

GioSV dijo...

“El nuevo director no ha prometido (…) grandes reducciones en la tasa de homicidios”

Es aquí cuando hay que hacerse la pregunta, ¿es que acaso la policía es la verdadera o única responsable de la alta tasa de homicidios en el país? Para poder dar una afirmación a la cuestión anterior, cada salvadoreño tendría que tener un policía a su lado todo el tiempo, para 1) evitar que ese salvadoreño mate a alguien, ó 2) evitar que otro lo mate.

No hay ningún estudio que demuestre que capturar y encerrar cierto número de asesinos reduzca la tasa de homicidios porque puede ser que simplemente este tipo de crimen se reproduzca espontáneamente por encima de la capacidad de respuesta de la policía e instituciones de justicia. Encerramos uno pero surgen dos más; nadie lo sabe.

La policía es una institución coercitiva contra la delincuencia y su papel es operativo. ¿Dónde queda la fiscalía y los juzgados? Estas entidades son las responsables últimas de que se haga justicia, no la policía. ¿Cuántos delincuentes no quedan libres por jueces o fiscales incompetentes?

Se sabe que el 80% de los homicidios del país son cometidos por mareros. Si por mí fuera, yo trataría de meterlos presos a todos sólo por el hecho de pertenecer a una mara. Si pudiéramos tener un tan sólo mes sin mareros en nuestras calles y colonias, es casi seguro que la tasa de asesinatos bajaría por lo menos un 50%.

Como he comentado en otras ocasiones, sé muy bien que la delincuencia tiene diferentes orígenes: desintegración familiar, cultura consumista, pobreza, etc. Pero con la lacra de las maras, debe hacerse algo rápido porque nos han puesto en jaque a todos los salvadoreños, en una situación en la cual nos encontramos completamente sitiados, con tal realidad, no podemos detenernos a buscarles alternativas a esos delincuentes porque muchos (sino es que la mayoría) no tendrían posibilidad de rehabilitación. Ya ahora resulta inverosímil pensar en apresar a los más de 18,000 mareros, ya que no existen los medios policiales, judiciales y carcelarios para tal fin, pero entre más largas le demos al asunto, más oportunidad les daremos para que se hagan más numerosos y fuertes.

Es lamentable darse cuenta que ante la crisis delincuencial actual, la policía derroche nuestro dinero en cosas innecesarias y que sea la misma policía la que pudo haber caído ya en las manos de corruptos y criminales organizados. Se vislumbra la desesperación de un pueblo en la anarquía total.