Hace poco descubrí el registro más antiguo de la práctica abusiva y antidemocrática de utilizar medios oficiales para atacar a un gobierno local de otro partido. El siguiente editorial se publicó en 1847 en La Gaceta, el diario oficial del Salvador (aún no existía la república soberana e independiente «El Salvador»).
¿Hay alcaldes en San Salvador?
Ha encontrádose un hombre muerto a puñaladas en un solar del barrio de San José de la Capital sin que se pueda averiguar quién, cuándo, cómo y por qué lo mató, y ¿hay Alcaldes en San Salvador?
Se ven por las calles multitud de niños vagos, sin oficio, sin concurrir a las escuelas sin que se sepa a qué los dedican sus padres, y sin que nadie cuide de su conducta y educación, y ¿hay Alcaldes en San Salvador?
Los billares se mantienen hormigueando de hombres de todas clases y condiciones a todas horas y en todos los días, aún los prohibidos por la ley, y ¿hay Alcaldes en San Salvador?
Bullen por todos los ángulos de la Ciudad las rameras y mujeres holgazanas destruyendo la salud y las costumbres de la juventud sin que una sola vez que sepamos, haya tomádose medida la más sencilla contra semejante cáncer de la sociedad, y ¿hay Alcaldes en San Salvador?
A cada paso tropieza con un ebrio el que sale de casa a ocuparse de sus negocios en la calle, y ¿hay Alcaldes en San Salvador?
No hay quien no porte bajo la camisa puñales y otras armas prohibidas de día y de noche, en la ciudad y en el campo, y ¿hay Alcaldes en San Salvador?
Se desempedran las calles, rebosa el agua de las acequias, y las inunda, se cruzan los perros leprosos en todas direcciones, se corre a caballo por los lugares más transcurridos con peligro de los transeúntes, se oyen continuamnte por las calles y plazas palabras obscenas y expresiones indecorosas, quedando impunes los que todo esto hacen, y ¿hay Alcaldes en San Salvador?
Pues no sólo hay Alcaldes Señor preguntón: hay regidores, hay dos jueces de policía que ganan un dineral, hay Gobernador, hay… hay… hay tanta cosa… pero lo que más hay es desorden, inmoralidad, abandono y descuido.
Un bilioso.
Gaceta del Salvador, 28 de marzo de 1847, Tomo I, Nº 2, p. 7.
1 comentario:
Interesantísimo
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