viernes, febrero 13, 2009

Amarrando el chucho a tiempo

El ex diputado y comentarista político de derecha Kirio Waldo Salgado dice esto de Mauricio Funes: "No hay ninguna campaña sucia contra él. Su conciencia lo está acusando. La campaña de Funes es profusa y cara, carísima. Funes se está sobredimensionando y haciéndose la víctima. Está amarrando su chucho a tiempo".

Ahora bien, ¿a qué responde este señalamiento de Salgado? A una acusación de Funes en contra del partido Arena la cual fue difundida por medio de una cuña de radio: "En los últimos días los políticos de Arena están haciendo contra mí, por radio y televisión, la más terrible campaña sucia jamás realizada contra un político salvadoreño. Están gastando millones de dólares con mentiras en una típica acción de terrorismo político y sicológico intentando atemorizar al pueblo".

¿La "más terrible campaña sucia jamás realizada contra un político salvadoreño"? Parece mentira que éstas sean palabras de Funes. ¿Qué las motivó? Anuncios de televisión que vinculan a Salvador Sánchez Cerén con la violencia, al FMLN con el terrorismo y a sus políticos con Hugo Chávez. Si el FMLN cree que estas acusaciones son infundadas por qué se molesta en contestarlas.

En inglés hay una frase que los políticos utilizan para evitar echar leña a un fuego que podría quemarlos: I will not dignify that with an answer (No voy a legitimar esa acusación con una respuesta). Esto es correcto. Si a alguien se le dice: "Eres un estúpido", no hay nada menos inteligente que decir: "No, no soy un estúpido", porque la única palabra a la que se le daría validez con esa respuesta es a la palabra estupidez.

Pero este ciclo vicioso de acusaciones es exactamente lo que estamos viendo en la campaña electoral. A un político se le acusa de terrorista y en respuesta dice: "El terrorista sos vos". Y esta respuesta a su vez incita la respuesta: "No, el terrorista sos vos porque me acusás de terrorista sólo porque te dije que eras un terrorista". Así que el político trata de ganar la batalla con las mayores exageraciones, no con los mejores argumentos o con las mejores pruebas: "Sin duda, esta es la más terrible campaña sucia jamás realizada contra un político salvadoreño. Están gastando millones de dólares con mentiras en una típica acción de terrorismo político y sicológico intentando atemorizar al pueblo con las acusaciones de terrorismo que hacen contra mí cuando en realidad los terroristas son ellos".

¿Qué sentido tiene esto? ¿Qué tema electoral concreto se está discutiendo con este juego de acusaciones? Ninguno, obviamente.

El miedo al terrorismo no figura entre las diez principales preocupaciones de la población. El desempleo, sí; las encuestas indican que ésta es la mayor preocupación de la gente. El costo de la vida, también. Por lo tanto, son los temas económicos los que determinarán el resultado de las elecciones. Así de simple.

Funes acusa de hacer terrorismo política a Arena, El Diario de Hoy, lunes 9 de febrero, 2009.
Acusan a derecha salvadoreña de terrorismo, Prensa Latina, martes 10 de febrero, 2009.

4 comentarios:

Chichimeca dijo...

En inglés hay una palabra para describir el planteamiento general de esta entrada: shortsighted.

En un diálogo (di, dos), es posible tomar la postura de "altura moral" y rehusarse a una respuesta. En el juego mercadotécnico del gran circo de la democracia burguesa, en el que el los dimes y diretes son spots publicitarios, ningún asesor de imagen sin intenciones suicidas contemplaría esa opción.

Si la Pepsi inicia una campaña de anuncios en los que dice que la Coca está adulterando sus bebidas con polvos mágicos para apoderarse de los riñones y los uréteres y las mentes de la juventud salvadoreña, y que además piensa llevarse todos los uréteres (oh, caos) de vacaciones al Titicaca (Bolivia) o a las Galápagos (Ecuador), uno esperaría que, cuando menos, los colorados de la Coca se tomen la molestia de aclarar la situación.

O empiecen a hacer maletas, porque El Salvador, será la tumba, donde las -bebdias- rojas terminarán...

Vale de analogía.

Jorge Ávalos dijo...

Hay una gran diferencia entre "aclarar la situación" ante una acusación cualquiera y seguir el juego y la agenda de un contrincante, sobre todo en cuestiones políticas.

Lo que propones es un marco de análisis reduccionista, limitado a las reglas del juego impuesto por los especialistas en mercadeo electoral. Eso es absurdo. Los estrategas políticos hacen encuestas y sondeos precisamente para determinar qué línea de acción tomar para ganar el mayor número de votos posibles. Y los sondeos dicen con absoluta claridad que no es el terrorismo ni los miedos a la guerra ni otros miedos fabricados lo que determinará el resultado de las elecciones presidenciales este año. Los temas y preocupaciones de la gente necesitan ser claramente representados por los candidatos. Tres meses antes de la elección para alcaldes advertí en un programa para radio de la 102.9 que la producción simbólica de la campaña de Norman Quijano parecía estar teniendo resultados y que el FMLN no debía atenerse a sus sondeos. Después de que Quijano ganó las elecciones se le preguntó a Mauricio Funes sobre la derrota de Violeta Menjívar y su respuesta fue que Quijano había sido más eficiente en la "producción simbólica" de mensajes para los electores. En otras palabras, Quijano mantuvo su mensaje más cercano a las preocupaciones de la población. Eso es lo que hace las verdaderas diferencias electorales.

Por cierto, no existe ningún "juego mercadotécnico del gran circo de la democracia burguesa". ¡Qué gran fantasía! La burguesía es el receptor del circo mediático electoral no su propietario, tampoco es ese circo un espacio democrático en lo absoluto. Lectura recomendada: "Cómo leer al pato Donald" de Ariel Dorfman, para empezar. No estoy bromeando.

Chichimeca dijo...

Las ideas de Disney resultan así producciones, bienes materiales de una sociedad que ha alcanzado un determinado desarrollo de sus fuerzas productivas. Es una superestructura de valores, ideas y juicios que corresponde a las formas en que una sociedad post-industrial debe representarse su propia existencia para poder consumir inocentemente su traumático tiempo histórico.

jujuju(te)
Buen libro, Cómo leer al Pato Donald (Comunicación de masa y colonialismo), gracias por recordarlo; lo leí hace algunos años. Lastimosamente no sólo es importante saber cómo leer al pato donald, sino saber cómo leer (a secas). En la frase "democracia burguesa", burguesa es un calificativo que modifica a la palabra democracia.

Por lo demás, receptor y propietario (del "circo mediático electoral") no son términos antinómicos. Así, cabe aún la pregunta sobre el papel que juega la burguesía en dicho circo. No es un simple receptor como quiere afirmar tu comentario, porque en el tardocapitalismo, la nueva mecánica requiere que "el pueblo" participe (al menos formalmente) en la toma de decisiones, es decir, es posible entrever la importancia de la nueva "ala" de la burguesía: la burguesía mediática (i.e., Murdoch, Eserski, y cia.)

En fin, cuando menos coincidimos en que dentro de "las reglas del juego impuesto por los especialistas en mercadeo electoral", la reacción de uno o del otro es previsible y lógica (ante la "campaña de miedo"). Pero en este punto es preciso recordar que el mercado electoral salvadoreño (triste y única referencia posible en esta etapa de la modernidad al "pueblo") se compone de múltiple submercados y, por ende, precisa múltiple campañas. Así, los estrategas políticos deben tener por cierto que hay un sector al que es posible influenciar de ese modo (es decir, doy por cierto que realizan una análisis de costo-beneficio en estos asuntos), al igual que existe otro sector al que hay que sobarle la nalga con palabras relucientes como crecimiento, reactivación, líneas de crédito, etc.
Así las cosas.

Y ya que estamos con las referencias, me quedo con:

Un hombre heterodirigido es un hombre que vive en una comunidad de alto nivel tecnológico y dentro de una especial estructura social y económica (en este caso, basado en una economía de consumo), al cual se sugiere constantemente (a través de la publicidad, las transmisiones de televisión, y las campañas de persuasión que actúan en todos los aspectos de la vida cotidiana) aquello que debe desear y cómo obtenerlo, según determinados procesos prefabricados que le eximen de tener que proyectar arriesgada y responsablemente.
Umberto Eco, Apocalípticos e Integrados ante la cultura de masas

Vale de citas.

Anónimo dijo...

Curioso el analisis.
Todo mundo dice que Quijano ganó por la propuesta del metrobus, y eso que no le compete a él la cuestión del transporte, ni esa cuestión figuraba dentro de las preocupaciones de la gente al nivel municipal.
Chavez, las FARC, los grupos armados "fantasmas" y los nicaragüenses tampoco figuran dentro de las 10 principales preocupciones de la gente, pero, al parecer, estas cuestiones han sido efectivamente utilizadas por la campaña de Ávila, como para reducir su ventaja en las encuestas que Funes.
Pareciera que el analisis se queda un poco corto en ello.
Y lastima que yo no puede citar a autores ni usar expresiones gringas.
Pero es lo que veo.