Este día apareció una noticia en La Prensa Gráfica bajo el siguiente título: SIP resuelve a favor de LPG por queja FMLN (jueves 14 de junio, 2007, p. 10). Lo que este encabezado sugiere es completamente falso. Cuando una instancia jurídica "resuelve a favor" de una persona, es porque se ha determinado que una acusación que se le había hecho no tiene fundamento. Lo que esta nota reporta en realidad es que el FMLN recibió una respuesta oficial de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Y en esa carta escrita por Gonzalo Marroquín, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, lo que realmente le dice al Coordinador General del FMLN, Medardo González, es que "por estatuto y política, la SIP no tiene competencia sobre la política editorial o los lineamientos profesionales de sus más de 1,300 periódicos miembros, así como de ningún otro medio de comunicación".
Más claro no puede estar. La SIP no tiene competencia sobre la política editorial de LPG porque es sólo un gremio que representa los intereses de los medios de comunicación. El FMLN se ha equivocado, por lo tanto, en interponer ante ellos una queja. Pero me extraña muchísimo que LPG diga ahora que con esta carta la SIP "resuelve a favor" de ella, porque esta pieza de comunicación no es el fallo de una corte internacional sino una aclaración que señala, más allá de toda duda, que la SIP no tienen competencia para hacer fallos sobre las políticas editoriales de sus miembros. En realidad esta carta sólo hace aclaraciones obvias. Tan generales que uno podría construir un título con la idea opuesta, como el que yo le he dado a este post (y el cual es tan falso como el de LPG). Por ejemplo, la SIP afirma, para concluir, que su principal interés "es que en (El Salvador) se siga consolidando la diversidad y pluralidad de medios de comunicación que le permitan al público acceder a toda clase de información y opiniones".
Por otro lado, en la carta se encuentra otra aseveración contundente sobre la libertad de un medio de comunicación para actuar conforme a sus atribuciones y derechos: "La Prensa Gráfica, así como cualquier otro medio, tiene el derecho a publicar o no de acuerdo con sus obligaciones, supuestas responsabilidades legales ulteriores, y sus políticas informativas, y ello en nada coarta las libertades de prensa y de expresión". Por lo tanto, un mejor análisis sobre el tema podría hacerse sobre este principio: al negarse a publicar el comunicado del FMLN, ¿violó La Prensa Gráfica sus propias obligaciones o sus propias políticas informativas, asumidas a raíz de su misión como medio informativo?
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10 comentarios:
«¿violó La Prensa Gráfica sus propias obligaciones o sus propias políticas informativas, asumidas a raíz de su misión como medio informativo?»
¿Cuántos ángeles caben en la cabeza de un alfiler?
El único punto relevante es que la libertad de expresión es el derecho a hablar de lo que se quiere, y a callar cuando se quiere.
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Tenés cabal razón vos con respecto a la pobre elección de palabras del titular de LPG.
Sin embargo, estoy tan acostumbrado a la cotidiana poca capacidad de discernir de los reporteros nuestros, quienes con tanta frecuencia escriben mal, distorsionan, generalizan o abusan en sus títulos, y tengo tan bajas expectativas de ellos, que no me queda más que recordar un dicho que frecuentemente invoco para mantener la paz:
no atribuyas a la malicia de otros aquello que fácilmente puede explicarse con su estupidez, lo cual no es más que un corolario de Occam.
Lo que está balanceándose sobre la punta de un alfiler, me parece, no son ángeles sino la legitimidad de los medios. Admitiendo, como lo hacés vos y como lo hago yo y como lo hizo la SIP, de que los medios tienen la atribución y el derecho de decidir qué publicar, entonces lo que debería darles legitimidad es su consistencia profesional y ética. Y lamento decirlo, pero los medios en El Salvador no están ajustados a las expectativas que ellos mismos crean sobre su propia labor. Yo he trabajado para tres medios en El Salvador y he trabajado con buenos editores y conozco a varios excelentes reporteros, pero no puedo alardear de consistencia, solo de atributos de personas específicas. Si uno lee a los mejores periódicos del mundo todos los días, uno descubre consistencia de calidad todos los días en todas las secciones del periódico. Esa consistencia, que para los lectores se trata de una expresión de calidad, es para los periodistas y editores una expresión de profesionalismo y de ética. Yo como periodista siento todos los días el filo de la ética, es una compulsión, que tiene que ver con las palabras que elijo, la forma en que estructuro el tema, las fotografías que selecciono, es algo que la conciencia me dicta, pero sé que al final me proporcionará un mejor trabajo y que el lector recibirá esto como un ejemplo de calidad. Entonces para mí este no es sólo un debate de libre expresión. Si el lector quiere calidad en el periodismo, entonces debe exigir profesionalismo y ética. Es así de simple.
Posdata: Acabo de poner al lado una lista de los "medios de información" en El Salvador. Es deprimente cuando se mira todo el panorama: es el reino de la inconsistencia entre lo que dicen que hacen y lo que realmente hacen. Todavía hay mucho por hacer.
Consistencia. Eso es lo que pide el primer comentarista de este post en el actuar del gobierno. Cuando un gobierno, en vez de ser consistente, toma decisiones con sus pies, unos le llaman decisisones politicas, entonces hace barrabasadas como Chavez con RCTV. Muchos diran que fue legal, que Chavez tiene derecho, como no, pero el problema es que en su inconsistencia se le noto su plumero.
Lo mismo LA prensa en este caso. Su inconsistencia revela que su decision no fue resultado de politicas bien implementadas de informacion, tan solo fue una "desicion politica" en ayuda a arena. Asi de simple. Censuran un comunicado y luego quieren parecer paladines de la libertad de expresion y no lo son.
Es grato ver las palabras que a uno no se le ocurren para explicar cosas en otras personas, dichas de manera tan inteligente.
Saludos
«y conozco a varios excelentes reporteros, pero no puedo alardear de consistencia, solo de atributos de personas específicas.»
Concuerdo. Ésto podría regularse teniendo mayor selectividad en cuanto a los reporteros a quienes se contrata.
Sin embargo, ello probablemente dispararía los costos, y ... ¿habría suficientes lectores exigentes de buena calidad como para mantener viable al periódico?
- * -
Interesantemente, ya varias veces he hecho notar cómo algunos reporteros del Co-Latino han aprehendido la noticia correctamente, mientras que otros medios "reportaban" con un nivel de criterio o discernimiento atribuible a un niño muy joven.
Lo cual viene a contradecir, en parte, mi punto de arriba: quizá sí se pueda ser selectivo a la hora de contratar, sin que sea necesario contar con una gorda chequera.
Por estos días los ' ruidos ' en relación con el tema de la libertad de prensa han cobrado actualidad, a propósito de la algarabía mediática por la suspensión de la licencia al canal de televisión venezolano RCTV.
Por ello resulta oportuno escarbar un poco en este viejo y controvertido asunto, tan llevado y traído por las fuerzas de derecha en las oportunidades en que gobiernos populares adoptan medidas ante los desmanes de los medios en manos de privados.
Si por definición la función social de la prensa es informar de forma oportuna, veraz y objetiva, entonces la libertad de prensa debe medirse a partir del cumplimiento o no de ese principio.
Pero en realidad ese no es, como debía, el punto de referencia y todo gira acerca del 'derecho' de los dueños para exponer sus puntos de vista, invariablemente en defensa de los intereses de la clase social a la que pertenecen.
Tal deviene la regla, sin excepciones. Y para garantizar ese 'derecho' de los propietarios, estos se han encargado de crear las instituciones que operan, como es lógico, supuestamente para defender esa libertad como si ella fuera un patrimonio de todos.
Así surgió en Cuba en 1943, con el auspicio del dictador Fulgencio Batista, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) como organización garante de la libertad de prensa.
Pero contrariamente a cuanto pueda suponerse, y ella se presenta, la SIP no está integrada por periodistas de línea, interesados en hacer valer sus derechos profesionales.
Se trata de una organización de empresarios, dueños de periódicos, revistas, televisoras y emisoras de radio, muchos de ellos no periodistas y otros con esa categoría, quienes hace mucho dejaron de ejercer como tales.
Sencillo de comprender, pues cuando la SIP denuncia en nombre de los periodistas violaciones de la libertad de prensa, en realidad se está refiriendo al supuesto derecho de los dueños a decir cuanto les venga en ganas.
La SIP fue una criatura creada por la CIA, con el propósito de utilizar la prensa como instrumento de dominación neo colonial y las oligarquías latinoamericanas aliadas.
Sus fundadores y dirigentes máximos, los que sentaron las bases de su funcionamiento y orientación ideológica marcadamente anticomunista, fueron los agentes de la CIA Jules Dubois y Joshua Powers, y el funcionario del Departamento de Estado, Tom Wallace.
Ello explica la conducta complaciente mantenida durante decenios con las brutales tiranías latinoamericanas, aún ante los casos de asesinatos de periodistas, la clausura de medios y el establecimiento de períodos de censura, casi siempre aplicados contra publicaciones de izquierda.
En Cuba, por ejemplo, la misma SIP que mantuvo silencio cómplice en los años sangrientos de la dictadura de Fulgencio Batista, no tardó en oponerse al Gobierno Revolucionario cuando este tomó en sus manos periódicos, revistas, televisoras y emisoras, abandonadas por sus dueños, quienes marcharon a Estados Unidos, esperanzados por un pronto retorno tras el invasor yanqui.
De Reporteros sin Fronteras (RSF) se puede decir otro tanto, solo que esta constituye un engendro, quizás más elaborado que la SIP, de la CIA, la NED y la USAID, agencias federales norteamericanas dedicadas a financiar, con sumas millonarias, el diversionismo ideológico y la subversión contra gobiernos populares.
Robert Menard, con nada de periodista y mucho de millonario, por obra y gracia de sus imperiales mentores, es otro Jules Dubois, enfrascado en elaborar listas complacientes para hacer el juego sucio del Departamento de Estado y la Casa Blanca.
Su última patraña ha sido la justificación del asesinato del camarógrafo español José Cousso, a manos de un tanque norteamericano en el corazón del Bagdad ocupado.
La libertad para engañar y confundir es la que defienden la SIP y RSF.
Ese fue un articulo de Ángel Rodríguez Álvarez
http://www.voltairenet.org/article149142.html
Que bueno esta esto. Buena contribucion rey zope. No hay que olvidar que los medios solamente son eso, medios. Lo que se hizo en Venezuela con RCTV no se puede hacer en El Salvador porque la constitución protege los medios de produccion de las noticias. O sea que no se le pueden quitar a los medios de prensa ni se pueden estatizar (no se como se escribe, o sea pasar a manos del estado) las maquinas de imprenta ni los servidores de internet ni nada que sirva para llevar a los lectores la informacion. Eso esta en la constitucion salvadoreña, articulo 6. Pero los medios canalizan contenido. La SIP defiende los intereses de empresas y no se puede meter en un pleito publico que podria afectar a una empresa porque a fin de cuenta defiende los interes de propietarios y grupos privados. Pero todos los debates sobre la libertad de expresion son sobre los contenidos no sobre los medios. Y los contenidos son de interes publico. Entonces yo creo que si se puede esperar una actitud diferente de los medios. Una actitud a favor del interes publico y no solo del interes de un partido o de una empresa. Una actitud diferente a la de La Prensa, que han sido demasiado arrogantes para mi gusto.
Acabo de ver un documental sobre las relaciones que hubo entre el gobierno norteamericano y la prensa de su país durante los meses previos a la invasión de Irak y la verdad es que hasta los medios éticamente más consistentes pueden sucumbir a las estrategias informativas del poder.
Si ahí, donde hay una mística del trabajo bien hecho y un aprecio por la independencia, resulta difícil preservar el pluralismo ideológico (un periódico independiente de Washington recibió presiones para que modificara su política editorial),
imaginense cómo será la situación que vive el periodismo en El Salvador.
Quizá haga falta un estudio sobre la prensa salvadoreña actual y sus relaciónes con el Estado y las elites dominantes. Bajo ese trasfondo habría que ver hasta qué punto la prensa consigue realizar esa imagen idealizada de sí misma que le vende al público.
Aunque haya pactos no escritos entre la prensa y el poder, la prensa puede tener margenes de autonomía y hasta contradicciones secundarias con algún grupo de la elite dominante. Hay que afinar el análisis, no basta con decir que los medios se pliegan dócilmente a influencias externas, porque en algunos casos puede que no sea así.
Yo no mezclaría lo de Venezuela con El Salvador. En ambos casos podemos plantear el problema de la libertad de expresión, pero no hay que olvidar que hablamos de realidades distintas.
Situemonos en nuestra realidad y analicemos hasta qué punto las prácticas de nuestra prensa se corresponden al ideal del pluralismo ideológico, la libertad de expresión y a la mística del periodismo profesional e inedependiente.
Pero seamos coherentes, si defendemos éstos valores (el pluralismo, la libertad de expresión), y hagamos una pregunta: ¿Los practica el Frente en su vida interna?
Y otra cosa. El FMLN tiene serios problemas para adaptar su discurso a un público más amplio que no sea el de sus propios simpatizantes. El texto que mandó a la Prensa parecía escrito a drede para que no lo publicaran. Si el Frente desea llegar a los oídos del centro izquierda y penetrar en las mentes del electorado indeciso tiene que plantearse una moficación de la retórica de su discurso, aunque eso no suponga una renuncia a sus principios. Seamos francos, el texto que no le publicaron dice muchas verdades, pero sus estrategia comunicativa era torpe (no hay que hablar para los que ya estan convencidos, esos ya no necesitan ni que se les hable).
Cada medio de comunicación tiene líneas editoriales definidas, y es debido a esas posiciones que establecen lo que publican o no.
No es algo para alarmarse, ni para rasgarse las vestiduras, y menos viniendo las quejas de un partido que apoya a regímenes que restringen la libertad de prensa.
En los países democráticos donde hay prensa independiente, coexisten numerosos periódicos con tendencias políticas determinadas, y no hacen ningún juego semántico en sus publicaciones para ocultarlas, ya que en definitiva, no temen expresar sus ideas políticas porque no hay coerción de ningún tipo.
En El Salvador existe, por suerte, esa pluralidad de manifestaciones políticas en los medios. ARENA, posee el respaldo ideológico de los dos diarios de mayor difusión en el país: El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, y los salvadoreños estamos conscientes de ello. El FMLN, por su parte, cuenta también con medios de comunicación que simpatizan con la "causa" de la izquierda, a saber: el Co-Latino, Radio Maya Visión, Radio YSUCA, entre otros más.
Hay que reconocer que el poder económico de los medios de derecha es mayor que el que tienen los de izquierda, pero se tiene que matizar que quienes asignan ese "poder" somos todos los usuarios que libremente elegimos los servicios mediáticos que deseamos leer, ver u oír; si la TCS tiene tanto poder de influencia es porque posee la programación que capta la mayor cantidad de televidentes; igualmente, independientemente de nuestra simpatía política seguimos leyendo en La Prensa Gráfica lo que se nos antoja. Si a los salvadoreños nos importaran demasiado las líneas políticas que siguen estos periódicos más que la calidad o utilidad que percibimos de sus contenidos, pues sencillamente no los compraríamos y optaríamos por otros medios que sean acordes a nuestra ideología para ayudar a mejorar su situación económica. Se sabe que la masa crítica de apoyo al FMLN se encuentra en las clases medias urbanas, y son estas clases las que más compran prensa escrita, ya que los verdaderamente pobres no pueden darse el lujo de gastar $0.40 en un diario, ¿entonces por qué esa clase media salvadoreña no prefiere un Co-Latino?
En conclusión, sería incoherente exigirle a Radio Maya Visión que difunda un comunicado alabando la gestión de Saca por mucho que se le esté pagando por ello.
Reconozco, que aunque en la realidad no haya nada que impida la prevalecencia de la voluntad editorial sobre lo que se publica, puede sin embargo quedar abierta la discusión en lo que respecta a la ética profesional en el ejercicio de la función editora. ¿Hasta qué punto es correcta esta clase de discriminación ideológica en los medios?
A continuación dejo la dirección de un blog que se creó hace dos años para la recaudación de fondos con el fin de adquirir una antena radial, y así, expandir la cobertura de Maya Visión, es interesante ver como en el extranjero gestionan perfectamente todo este tipo de actividades de financiación pero no pueden hacerlo en El Salvador; será porque tienen un problema de visión empresarial interno.
http://www.gratisblog.com/antenavictoria/
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