Medio Pollito

¿Leyó alguien alguna vez, cuando era niño o niña, el cuento de Medio Pollito, sobre un pollito que, en efecto sólo era una mitad, con un ojo, un ala y una pata?

En un comentario reciente en este blog, Hunnapuh dejó esta reflexión: yo siempre he sido partidiario de atacar la idea y no a la persona, aunque tambien (he sido partidiario) de la libertad de expresión por sobre cualquier tipo de censura. En mi opinión esto es clave, ahora, en este momento, porque cuando se enfocan tantas energías en atacar a individuos vinculados a la política o al medio periodístico se les está concediendo un tipo de protagonismo que no se merecen. Incluso, ¿por qué perder el tiempo atacando a Tony Saca si lo único que merece un análisis sereno y una crítica razonable son sus programas? Si los datos de las encuestas que ha presentado el IUDOP de la UCA, por ejemplo, son ciertos, entonces la popularidad política de Saca se está derrumbando muy rápidamente. Y si los datos de Casa Presidencial fueran ciertos, entonces el éxito de los mejores programas de la gestión de Saca se deben a los pocos esfuerzos concertados que han habido entre ambos partidos. Cuando las críticas no están bien enfocadas se pierden oportunidades únicas para atacar y dar solución a los problemas más urgentes del país.
En un post que publiqué el jueves 24 de mayo, Razón o pasión, señalé que Arena ya sabía, antes de afrontar los debates en la Asamblea Legislativa sobre los préstamos, que no iba a necesitar ese dinero para llevar a cabo sus programas sociales. Pero el FMLN estaba tan enfrascado en ganar esa batalla que olvidó porqué estaba peleando una guerra política. La guerra, supuestamente, era una guerra por resolver los problemas de justicia y pobreza de El Salvador. El resultado es que el FMLN no podrá aplicar muchos programas de desarrollo económico en sus propios municipios rurales porque no tienen las condiciones básicas para hacerlo. Estas condiciones básicas son los caminos y puentes rurales y los servicios esenciales, como agua potable y energía, instrumentos que el estado está o debería estar obligado a garantizar. En términos poblacionales, la mayoría de los municipios en extrema pobreza que se habrían visto beneficiados por los préstamos habrían sido los que son gobernados por el FMLN.

Cuando escribí ese post, no sabía que siete días después, ese sería el tema de las noticias. En un reportaje sobre el discurso del presidente Saca sobre sus primeros tres años de gobierno, se descata precisamente el punto que anticipé en mi post: El Presidente Antonio Saca anunció ayer la creación un fideicomiso para financiar los programas educativos y el combate a la delincuencia, y la reconversión del Centro Nacional de Registros (CNR) y el Fovial en entes autónomos para que puedan contratar préstamos internacionales por sí mismos y contar con fondos para sus obras. Con esas medidas, el mandatario logra evadir la emboscada política que le ha tendido el FMLN al negarse a ratificar los $436 millones para sus programas Red Solidaria, Chambita Medidor II, Caminos Rurales Sostenibles y el Plan Educativo 2021 y, de paso, les asesta un golpe al relegar sus votos, que no serán necesarios porque los proyectos sociales del Ejecutivo no necesitarán de préstamos internacionales. Saca devela sus nuevos planes, El Diario de Hoy, viernes 1 de junio, 2007

Una supuesta victoria del FMLN en la Asamblea se convirtió en la mayor victoria estratégica del ejecutivo, según la cobertura de muchos de los medios de comunicación (prensa, radio y televisión). Es obvio que esto ya lo tenían planificado. Los partidarios del FMLN pueden decir que esto no significa nada y pueden burlarse de su discurso, pero el problema es que en la práctica hemos perdido todos. ¿Por qué? Porque la idea misma de la democracia, y no me refiero a un cliché de democracia sino a la idea fundamental de que un gobierno debe ser representativo de las opiniones e intereses de todos, está en peligro. Le gusté o no a la derecha, o le guste o no a la izquierda, el país está dividido políticamente, y para que la sociedad avance y madure, se necesitan el concenso de todos para resolver los principales problemas del país. Pero ahora resulta, que para llevar a cabo los proyectos sociales del país, el ejecutivo no necesita los votos de la izquierda. Durante los próximos dos años, en términos prácticos, y la política se cumple en la práctica a pesar de tanto debate absurdo, el Estado salvadoreño podrá "relegar" a los representantes legítimos de la mitad de los salvadoreños. Y eso, en este mundo al revés que es nuestro país, se celebra como un logro, porque, por lo visto, ese es el país que también el FMLN quisiera gobernar si estuviera en el poder: el ridículo país de Medio Pollito.