En San Sebastián Salitrillo, Santa Ana, vi el 15 de mayo pasado al peor grupo de danza folklórica que he visto en toda mi vida. No exagero. En la presentación que dieron en la plaza central, las bailarinas sólo dieron un paso, un solo paso, una y otra vez, y sin coordinación alguna, durante dos minutos, hasta que alguien cortó la música. Era más fácil reír que aplaudir, y sin embargo, el público sentado frente a ellas eran 50 niñas y niños, menores de diez años, que rompieron en un estruendo de emocionados aplausos cuando el brevísimo espectáculo terminó.Obviamente, el fracaso artístico de cuatro niñas no podría ser culpa de ellas, y con esta imagen sé que lo que importa no es qué hicieron ese día sino quiénes son. Por eso atesoro esta fotografía. Hay algo en la placidez de las miradas que es totalmente auténtico. Por supuesto, cuando descubrí el potencial para esta fotografía la capturé sabiendo que las bailarinas habían tomado conciencia de mi presencia, pero eso no perturbó el momento.
La foto es sobre eso, a mi manera de ver, sobre ese encuentro entre extraños que se reconocen como en un espejo. Yo conozco esa sensación; la reconozco siempre que se da. Cuando sucede, las personas no posan para la foto. Simplemente se comportan como si hubiesen estado esperando ese instante. Esa es la identidad. Cuando te reconocés en los rostros y la cultura de extraños, es porque estás en tu país.
5 comentarios:
Si alguna de mis hijas hubiera estado bailando, lo mas seguro es que hubiera casi derramado lágrimas de alegria; y al final hubiera sido el mas bullisto padre al aplaudir a su hija, aun con ese baile monopaso.
Pero el acto lo vistes en una celebración, con alcance limitado. Deberias haber visto en una ocasión en que niños de un colegio de la capital aparecieron en TV bailando el "high school musical". Igual yo seguramente les aplaudiria con mucha bulla el acto realizado.
Con pequeños actos como este, entiendo lo que es la "asimetria", muy utilizada durante los debates de aprobación de TLC.
Eso somos nosotros. Pequeñines enviados a competir con verdaderos zorros.
Soyapaneco.
Buena foto.
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Si los "folks" no conocen la danza "folklórica"...
¿Sigue siendo folclórica?
¿O se vuelve una superimposición de la mitología de las clases letradas por sobre la realidad del pueblo que en realidad no conoce ni valora ni tiene porqué valorar dicho folclore que no le representa?
Visitador: estás planteando el tema para un libro. Y tienes toda la razón, las danzas "folklóricas" que bailan los niños en el país son una "superimposición de la mitología de las clases letradas por sobre la realidad del pueblo que en realidad no conoce ni valora ni tiene porqué valorar dicho folclore que no le representa". Las danzas folklóricas de El Salvador son una invención reciente, se remontan al principio de la década de 1940, cuando el gobierno del general Hernández Martínez les dio un impulso. Hay algunas danzas folklóricas auténticas, que se remontan a la época colonial, la del "torito pinto", por ejemplo. Hay otra, aunque viciada, la del "Tigre y el Venado", que sí tiene un origen indígena. La única danza auténticamente indígena y precolombina que todavía se sobrevive en El Salvador es la "Danza de los emplumados" de Cacaopera.
El error de los salvadoreños es olvidar que lo autóctono puede surgir en cualquier momento de la historia, incluso hoy en día. Qué mejor ejemplo que la famosa batalla de bolas de fuego que se da en Nejapa cada 31 de agosto, que en sólo una década adquirió renombre internacional.
Acabo de notar que escribí "folklórica" en lugar de "folclórica". Podría verse como un arcaísmo todavía aceptable, pero sucede que a veces pienso en inglés, donde el término es "folklore". Gracias por señalármelo, EV.
And that's all folks!
la manera que se dirije este supuesto fotografo o periodista es una falta de respeto hacia la comunidad y la niñes indigena de la region, deveria por lo menos estudiar mas acerca de este pais, para conocer las diferentes culturas y maneras de vivir de estas personas...........JAVIER G. MONTERROSA. ( new-york)....
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