
A sólo 15 días de las elecciones presidenciales no sorprende el número de encuestas de opinión pública que han salido a la luz en los últimos dos días, las cuales cito en mi post anterior sobre la intención de voto. Entre las primeras hay cierta consistencia, dos hablan de un empate entre Rodrigo Ávila, de Arena, y Mauricio Funes, del FMLN. Y otras dos muestran una diferencia de seis puntos porcentuales. La sorpresa fue la encuesta del Instituto de Opinión Pública de la UCA (IUDOP) que indica una ventaja de Funes sobre Ávila de 18 puntos porcentuales. Al parecer el FMLN conocía esos resultados desde antes que se anunciaran públicamente, porque a pesar de haberse presentado ayer por la mañana, un spot de televisión muy bien producido apareció hoy publicitando esos resultados, provenientes de "la más prestigiosa encuestadora del país", según el narrador del spot. Este es un tema sensible. Un anuncio de este tipo no se puede producir de la noche a la mañana, y el acceso privilegiado del FMLN a esta información para ser utilizada con fines proselitistas podría afectar la credibilidad del IUDOP en el futuro.
Hay otro elemento muy extraño. Al leer el boletín del IUDOP publicado ayer se comprende porqué esta encuesta es tan diferente de las demás: incluye a los candidatos a la presidencia del PCN y el PDC, tal y como se puede ver en el gráfico que extraje del boletín (ellos son los "Otros"). Las encuestas realizadas por la Universidad Tecnológica, la de Borge y Asociados y la de La Prensa Gráfica, publicada hoy, anuncian un empate entre el FMLN y Arena. Estas tres encuestas son consistentes en sus resultados y contrastan marcadamente con la del IUDOP. Ahora entendemos porqué. En el momento en que los candidatos del PCN y el PDC renunciaron a la campaña, la intención de voto se reorientó completamente. Ante una contienda definida exclusivamente entre los dos partidos más grandes, también la intención de voto se definió mejor y todas las encuestas realizadas en las últimas dos semanas produjeron los mismos resultados y una sola conclusión: un empate. Las encuestas realizadas en las primeras dos semanas de febrero, como la del IUDOP, todavía incluian a los otros partidos y esto generaba un clima de mayor incertidumbre entre el voto de derecha. Pero con sólo dos opciones, izquierda y derecha, el panorama se despeja, la derecha aparece unificada y en consecuencia se definen dos grandes bloques de votantes.
Los electores no deben tomar en serio la encuesta del IUDOP porque está desfasada, y la distorsión que proyecta acerca de la intención de voto podría tener un efecto muy negativo entre los votantes de izquierda, porque podría darles un falso sentido de confianza. Es mejor, para los militantes de ambos partidos, considerar que hay un empate en términos de opinión pública, porque lo que se haga o no se haga en estos últimos días para conquistar el voto indeciso, definirá el resultado final de las elecciones.