El sábado 14 de julio escribí una nota bastante fuerte, Justicia para todos, en la que vinculé al ex alcalde de San Salvador, Carlos Rivas Zamora (del partido FMLN en ese entonces) con el caso más grave de “represión contra un grupo de protestantes” desde el final de la guerra. Mi punto fue que la injusticia no es un ejercicio unilateral de la derecha sobre la izquierda política, sino una tendencial al abuso del poder por parte de los que lo tienen sobre los que no lo tienen.
El abuso de poder por parte de los poderosos no tiene por qué sorprendernos. ¿Pero qué pasa si es la izquierda la que está en el poder? Por algún tipo de olvido histórico selectivo algunos creen que un partido de izquierda, cuando llega al poder, es intachable. Una cosa no va con la otra. El poder es el poder, y así como se impone por la palabra, por la razón, por el carisma o por la presión social también se puede imponer por la fuerza bruta y por actos despiadados.
Los eventos del 6 de julio de 2004 en San Salvador, cuando vendedores de la calle que protestaban se enfrentaron a policías antimotines, dejaron tres muertos y 30 heridos, y tristes secuelas de destrucción y violencia. Fue el caso más grave de respuesta policial ante una protesta, y no fue una acción ordenada por el partido oficialista sino por el FMLN. Este es un hecho; en comparación, lo que sucedió en julio de este año en Suchitoto no fue nada. Hay más de una interpretación sobre lo que ocurrió ese día. Así que aquí los dejo con lo que yo escribí y con la respuesta de Carlos Rivas Zamora.
De Justicia para todos
«No hay que olvidar que la Ley Antiterrorista no sólo se ha utilizado contra personas que se han agrupado por razones políticas. También ha sido utilizada contra los vendedores de la calle que han protestado contra las medidas para desalojarlos de las calles, medidas llevadas a cabo por el Gobierno Central en alianza con la Alcaldía de San Salvador, gobernada por el FMLN. Tampoco hay que olvidar que el más grave caso de represión contra un grupo de protestantes en los últimos años, que dejó tres muertos y cerca de treinta heridos, incluyendo siete heridos de bala, fue ordenada en el 2004 por el entonces alcalde de San Salvador Carlos Rivas Zamora, también del FMLN. El caso de la represión contra los vendedores de la calle, porque así la llamó la Procuraduría de Derechos Humanos de El Salvador, que criticó el mal manejo de la situación por el alcalde Carlos Rivas Zamora, podría muy bien llamarse el 6J, para los que gustan de las simplificaciones.»
La respuesta de Carlos Rivas Zamora
«Qué pena que la realidad casi nunca se sepa y que la verdad cueste tanto se haga realidad, aun cuando haya luz del sol. Sólo quiero hacer notar que nunca estuve de acuerdo con el dictamen de la Procuraduría de Derechos Humanos de El Salvador, por cuanto no fue objetivo y rechazo que los hechos que pretenden entenderse com 6J, no se dieron en el contexto de represión alguna. Los informes oficiales que se dieron al Consejo de San Salvador (por el Alcalde en funciones dado que su servidor no estaba fungiendo como Alcalde, pues me encontraba fuera del pais en misión oficial atendiendo una invitacion del PNUD) es que el personal de la Alcaldia fue atacado por personas que en ningún momento fueron verdaderos vendedores o vendedoras de la calle. Lo que hizo el Alcade en ese momento fue pedir auxilio a la Policía Nacional Civil. Por lo que sí estoy convencido, en honor a la verdad, que es bueno de mi parte rechazar lo planteado en este comentario por las razones antes apuntadas.»
martes, septiembre 25, 2007
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3 comentarios:
¿6J? ¡Por favor! Evitemos las bayuncadas.
¿La denominación "6J" es una bayuncada? Por supuesto que lo es. Como también lo es "5J", por eso digo que si quieren lo pueden llamar así "los que gustan de las simplificaciones". El hecho es que hubieron más víctimas ese 6 de julio de 2004 que el 5 de julio de 2006. Pero los casos son equivalentes por una razón: manifestantes vs. policías. Y se diferencian por esta razón: en el primero las víctimas fueron manifestantes, en el segundo policías. Es correcto hacer diferencias cuando se habla de justicia y retribución penal, pero no dentro de un esquema izquierda/derecha.
Tenes razón Avalos: nuestros juicios parten muchas veces de consideraciones ideológicas previas. En ese esquema se culpabiliza por principio siempre al otro y se exime de culpa, por principio, al sector ideológico que admiramos. Es un esquema simple de buenos y malos en el que "nosotros" somos siempre los buenos y "ellos" son siempre los malos. Borramos de nuestra memoria todo aquello que ponga en aprietos nuestro esquema.
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