martes, marzo 10, 2009

Sombras nada más

Si alguien quiere conocer la diferencia entre periodismo y relacionismo público, este es un buen ejemplo. Lo que hay que preguntarse acerca de la siguienta nota es: ¿dónde está la noticia? ¿Cuál es el suceso que merece una memoria de los hechos y datos para referencia de los lectores? Aunque parezca extraño la noticia se enfoca en la «esperanza» del FMLN de ganar las elecciones. Ninguna novedad o noticia es planteada en el título o en el cuerpo del texto.

Noten el uso de frases hechas: «la ex guerrilla izquierdista que enarbola la bandera del “cambio seguro”». Hay datos sobre el FMLN sobre los cuales no hay ninguna duda pero no aportan nada. Y hay generalizaciones ridículas: «Apoyado por el “Grupo de Amigos de Mauricio Funes”, integrado por profesionales y políticos, el FMLN logró llenar las plazas públicas, fenómeno que no se producía desde la era del extinto ex presidente democristiano José Napoleón Duarte y del también fallecido dirigente de derecha Roberto D'abuisson, en la década de los años ochenta.» Es claro que desde el fin de la guerra, el FMLN ha llenado, año tras año, las plazas públicas y los estadios y, hace unos días, la alameda Juan Pablo II. Este párrafo no sólo es inexacto, establece una falsa comparación que logra lo opuesto de lo que pretende hacer, porque disminuye e incluso denigra la reputación del FMLN para movilizar gente.

Pero lo más grave de la nota es su título, que hace del poder un objeto del deseo: «La ex guerrilla izquierdista acaricia el poder». Después de la dura contienda entre dos grandes partidos, de la hiriente y despiadada batalla entre tantos intereses y sectores, ¿hay alguien que todavía cree que el poder se acaricia?

A continuación la nota de AFP:

La ex guerrilla izquierdista
acaricia el poder en El Salvador

SAN SALVADOR (AFP) — Configurada como principal fuerza de oposición, la ex guerrilla izquierdista que enarbola la bandera del "cambio seguro", espera conquistar por primera vez con el periodista Mauricio Funes la presidencia de El Salvador en las elecciones del domingo y terminar con la hegemonía de la derecha que gobierna desde 1989.

Tras una experiencia como partido político durante de 17 años, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ha logrado con Funes niveles de popularidad sin precedentes en la historia electoral de la agrupación que se define como "revolucionaria y socialista".

Funes lleva como compañero de fórmula al jefe de la fracción legislativa del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, conocido durante la guerra como Leonel González, el único miembro de la antigua comandancia general guerrillera que permanece en el partido tras la muerte hace dos años del también comandante Schafik Hándal.

Apoyado por el "Grupo de Amigos de Mauricio Funes", integrado por profesionales y políticos, el FMLN logró llenar las plazas públicas, fenómeno que no se producía desde la era del extinto ex presidente democristiano José Napoleón Duarte y del también fallecido dirigente de derecha Roberto D'abuisson, en la década de los años ochenta.

"Las adhesiones del electorado que tenemos en la presente elección se deben a la confianza que con propuestas claras presentamos hacia un cambio seguro y que reflejan que el FMLN es una izquierda adaptada al mundo de hoy", declaró a la AFP el portavoz de la agrupación, Sigfrido Reyes.

Con un discurso emotivo que reafirma el conocimiento que posee de la realidad salvadoreña, Funes puso en esta campaña por primera vez a la defensiva a la derecha, que en las elecciones de 1999 y las de 2004 encontró un fácil blanco en los ex comandantes guerrilleros Facundo Guardado y Schafik Hándal, que se presentaron como candidatos a la presidencia.

La mayoría de los electores conoce a Funes por su trabajo como agudo entrevistador, ejercido durante veinte años en la televisión local.

Funes mantuvo una amplia ventaja en las encuestas en el primer tiempo de la campaña, aunque la brecha con su rival de la derecha, Rodrigo Avila, se ha reducido en las últimas semanas y ahora el resultado se vaticina estrecho.

Al finalizar los doce años de guerra civil con acuerdos de paz en 1992, el FMLN se desarmó y se transformó en partido político, y en las elecciones legislativas y municipales del pasado 18 del enero, subió de 32 a 35 diputados, convirtiéndose en la primera fuerza política en el Congreso, aunque éste seguirá dominado por tres partidos de derecha.

En las elecciones de enero, la pérdida de la emblemática alcaldía de San Salvador se convirtió en el golpe más grande que sufrió el FMLN.

Ante un Congreso adverso, Funes tendría que buscar acuerdos con las fracciones de derecha para gobernar de resultar ganador.

Comentaristas de derecha han señalado que en un eventual gobierno de Funes, quienes gobernarían serían los ex comandantes del partido.

Para desvirtuar las afirmaciones de dirigentes de la derecha y de disidentes de la izquierda, en la última semana la cúpula del FMLN expresó que Funes tiene luz verde para formar el equipo que lo acompañará en el gobierno.

Copyright © 2009 AFP. Todos los derechos reservados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me llama la atención que ocupe para ilustrar un punto señalado hasta la saciedad, sobre el periodismo en estas elecciones, un reportaje de una agencia internacional sobre el fmln, y no utilize los cientos de ejemplos que ha dejado al repecto la prensa nacional de edh, lpg y tcs sobre arena.

Y lo digo porque ese cable seguramente no fue leído por casi nadie aqui en El Salvador, mientras la prensa nacional es lo que tenemos a diario.

Es como si para un reportaje sobre pupusas, se fuera a reportear a una pupuseria en Los Angeles o Maryland, teniendo aqui mismo en el país, miles de pupuserias a la mano.

Es solo un detallito, espero no ofender con mi comentario.

Jorge Ávalos dijo...

Poco a poco estoy acumulando ejemplos de todo tipo de problemas con el periodismo salvadoreño. Por spuesto que periodismo sesgado hay por todas partes. Pero cuando leí este cable me di cuenta que era lo que digo: un verdadero ejemplo de relacionismo público a favor de un partido haciéndose pasar por nota periodística. A menudo, la gente de comunicaciones de los partidos o del gobierno escriben cosas así, pero nunca se publican. Este sí circuló como noticia a pesar de que no tiene nada, absolutamente nada, de noticioso. Es el mejor ejemplo que encontré.

Por otro lado, el mejor ejemplo de cómo la omisión de una noticia crea un fenómeno llamado "tercera lectura" lo hallé en El Diario de Hoy y escribí un post sobre eso ayer.